Cubo de Rubik
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El cubo de Rubik, originalmente llamado «Cubo Mágico» es un puzle mecánico en 3D inventado y patentado por un profesor de arquitectura y escultor, Erno Rubik, en 1974.
En un cubo de Rubik 3x3x3 clásico, cada una de las seis caras se compone de nueve pegatinas, tradicionalmente compuestas por los colores blanco, rojo, azul, verde, naranja y amarillo. La estructura de los cubitos de cada cara permite realizar giros de manera independiente, mezclando los colores. Para estar resuelto el cubo, cada cara deber ser de un color distinta, de manera que las nueve pegatinas de cada cara tengan el mismo color.
Popularidad
El cubo de Rubik celebró su 40 aniversario en 2014 y todavía es muy popular, especialmente en Estados Unidos, Europa, India y Lejano Oriente. Según lo estimado, se han vendido 250 millones de cubos en todo el mundo, convirtiéndolo así en el puzle y juguete más vendido. La Asociación Mundial del Cubo (WCA) organiza competiciones de speedcubing en todo el mundo. En ellas, los competidores tratan de resolver el cubo de Rubik lo más rápido posible. Hay diferentes tipos de competiciones, como a ciegas, a una mano, con los pies o debajo del agua.
En 2018 Yusheng Du consiguió resolverlo en menos de 4 segundos, por primera vez en una competición oficial. Ahora la gran pregunta es si alguien conseguirá batir este increíble resultado.
El misterio
El misterio del Cubo Mágico consiste en su simplicidad y a la vez en la dificultad de resolverlo. Es un juguete muy sencillo, todo el mundo puede entender cuál es el objetivo por primera vez cuando lo tiene en la mano y sigue siendo casi imposible resolverlo por un humano, puesto que hay que predecir muchos pasos mientras se resuelve. Cuando se inventó se tardó un mes en resolverlo por primera vez. Ni siquiera estaban seguros de que fuese posible resolverlo hasta ese momento.
Los matemáticos estuvieron analizando el puzle intentando descubrir sus secretos. Varios robots han sido construidos para resolver el cubo en un abrir y cerrar de ojos y hay programas informáticos que buscan la solución más óptima. Utilizando los superordenadores de los científicos de Google se ha demostrado que cualquier Cubo de Rubik puede ser resuelto en un máximo de 20 movimientos desde cualquier punto de partida aleatorio. Se llama el número de Dios.
Puedes comprar cualquier cubo con distintas temáticas solo con personalizar e imprimir las pegatinas. Por lo general, estas pegatinas suelen tener la temática de la ciudad, lo que los hace un recuerdo perfecto. Los aficionados suelen tener cubos con pegatinas que forman un calendario y las posibilidades se multiplican.
No solo se pueden personalizar las pegatinas, sino también la forma del cubo. Sobre el mecanismo de ejes de un 3x3x3 se puede diseñar cualquier forma que queramos. El primero de estos cubos fue el Fisher Cube, diseñado a mediados de los años ochenta. El cubo de Rubik con forma personalizada más popular es el puzle de Homer Simpson o el Mirror Cube, donde los colores son «alturas» que permiten resolverlo incluso a ciegas. Un regalo perfecto para el día de san Valentín podría ser un cubo de Rubik con forma de corazón. Por lo general, estos puzles cambian de forma con cada giro. 
Coleccionar estos juguetes y otros puzles será una buena afición para ti.
El cubo de Rubik cumplió 40 años en 2014 y su popularidad no deja de aumentar.